Factura 800 millones de pesos mensualmente y sus gastos son superiores a 850 millones.
GERENTE HOSPITAL SAN RAFAEL PACHO CUND.
FUENTE: EL TIEMPO.
A las nueve de la mañana, cuando el sol empieza a calentar con fuerza en Pacho, considerado el municipio naranjero de Colombia, un grupo de pacientes aguarda el llamado por el altavoz en la sala de espera del hospital San Rafael.
Hace calor y la gente bebe agua para refrescarse. De pronto, se levanta de la silla con prisa Rosa Elvira López, una mujer menuda con dos pares de ojeras bien marcadas. Se voltea y dice: "Es que anoche no dormí bien por un mareo y creo que es vértigo".
Mientras tanto, los demás pachunos susurran que con la nivelación del POS tendrán más oportunidades en el servicio, porque el que tienen ahora "es malo y demorado".
Néstor, un hombre de 75 años que se sostienen gracias a un bastón de madera, escucha con atención lo que se comenta en la sala. "Nosotros los pobres no tenemos derecho a un servicio bueno, y eso es injusto, por eso esperamos que con esta noticia las cosas mejoren", remilgó el señor.
Pero para Jhon González Osorio, gerente del hospital de Pacho, la apreciación de los usuarios es errada. "La gente piensa que va a tener mejores y más servicios y eso no es cierto, en cuatro meses la crisis va a ser brutal", sostuvo. González explicó que "los hospitales dejarán de facturar, no habrá flujo de caja; se va a afectar a los prestadores porque van a tener menos plata para contratar y, además, las tarifas serán inferiores".
Este hospital de segundo nivel factura 800 millones de pesos mensualmente y sus gastos son superiores a 850 millones. Cuenta con 95 empleados de planta -a quienes no les pagan salarios desde hace tres meses-, 150 por prestación de servicios y brinda atención
en medicina general, odontología, laboratorio, urgencias, sala de cirugía y pediatría.
en medicina general, odontología, laboratorio, urgencias, sala de cirugía y pediatría.
Actualmente, la situación del hospital es crítica. Tiene una deuda de 3.500 millones de pesos y las EPS le deben 1.800 millones.
"Basta con ver las paredes roídas y desteñidas para darse cuenta de las necesidades que tiene el hospital", dijo otra paciente en espera.
González señala a las EPS de ser las causantes de que el actual modelo de salud no funcione. "Esto se convirtió en un negocio y la vida de la persona no importa, la gente se va a seguir muriendo en las salas de espera", afirmó.
FUENTE: EL TIEMPO-REDACCIÓN CUNDINAMARCA.
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